¿De
qué manera la utilización de un paradigma sociocultural ayuda al diseño de
actividades pedagógicas mediadas por tecnología digital, así como a la
evaluación de dichas actividades y de las políticas institucionales y
educativas que las sustentan?
El surgimiento del Internet y la tecnología móvil, han cambiado la forma de
estar comunicados, cualquier persona en cualquier parte tiene acceso a millones
de bytes de información, a una comunicación constante, a un sinfín de
herramientas, utilidades y software que son desarrollados cada día. Así lo
expresa Lacasa (2002) cuando expone que la tecnología digital es una realidad,
estos instrumentos básicos son parte de nuestra cultura actual; esto ha
provocado cambios en la manera en que los seres humanos se comunican, buscan
información, realizan sus actividades diarias y estudian, entre otras cosas.
Por lo cual todos los sectores de la sociedad han sufrido cambios a raíz de las nuevas Tecnologías de
Información y Comunicación (TIC), siendo una de las más importantes la
educación.
Si a lo anterior agregamos que los
alumnos de este siglo son nativos digitales y para ellos la tecnología forma
parte de todas sus actividades, el
sector educativo se encuentra con la necesidad de evolucionar en sus políticas
educativas, en su forma de enseñar y
evaluar, para lograr que los procesos de enseñanza y aprendizajes sean más
atractivos para los jóvenes y lo conocimientos que se logren estén más acorde a
las necesidades de la sociedad actual.
Pero incorporar tecnología o innovar
con tecnología no es solamente transferir las practicas presenciales a laminas
de Power Point o incluir un video, implica un cambio de paradigma, reformar los
procesos, incluir nuevas estrategias y nuevos recursos tecnológicos, pero con
un sustento teórico que dirija y enmarque los procesos de enseñanza y
aprendizaje. Por lo cual el paradigma sociocultural puede ser la base para estas nuevas actividades
pedagógicas considerando las distintas oportunidades que ofrece para construir
significado, tales como: la experiencia, la información, la construcción de
conocimiento y la comprensión, conjugada con los modos de conocer, tales como
el teórico, el estético y el procedimental. (Wells
1999, en Daniels, H. 2003). Desde esta perspectiva, el aprendizaje es entendido
como una forma de maestría y apropiación de herramientas culturales, que por
supuesto sólo es posible adquirir a partir de la participación social.
(Fernández-Cárdenas, J.M. 2009), la cual a traves de las TIC es mas continua y
traspasa los espacios físicos educativos.
En el
diseño de actividades educativas el paradigma sociocultural aporta nuevos
conceptos, tales como la zona de desarrollo próximo, andamiaje, el aprendizaje situado
y cognitivo, la enseñanza recíproca, donde el docente facilita la participación
del estudiante en actividades concebidas
para que el esfuerzo combinado entre el profesor y alumno produzca un
resultado exitoso. (Collins, 1989,
Palincsar y Brown, 1984, Lave y Wenger, 1991, Wood, 1976 en Daniels, H. 2003).
Por
lo cual este paradigma permite la educación mediada por la tecnología
digital, en donde el modelo educativo es centrado en la persona, es
decir donde la apropiación de saberes centra sus intenciones en el estudiante,
concibiéndole desde el punto cognitivo y psicosocial, permitiendo el desarrollo
de variedad de modalidades curriculares y educativas que posibilitan la
utilización de recursos tecnológicos, integrados a procesos colaborativos y de
investigación haciendo más eficaz el proceso de aprendizaje. (Heredia y Romero,
2007).
A su vez, el proceso de
evaluación de las actividades que emplean tecnología digital y que tienen como
base el paradigma sociocultural, puede generar cambios en la cultura de
evaluación tradicional, ya que demandan mayor esfuerzo y dedicación por parte
del docente, tanto en el diseño de las actividades evaluativas como en la retroalimentación
a sus estudiantes asincrónicamente pero
con detalle. Por otra parte es necesario flexibilizar el proceso de evaluación
porque en ocasiones es un reto para los estudiantes apropiarse de herramientas
tecnológicas para el desarrollo de las evaluaciones, de tal forma que los
procesos de aprendizaje se llevarán a cabo con mayor empleo de tiempo que el
habitual. De ahí surge la necesidad de capacitar a los profesores en el manejo de técnicas y estrategias didácticas
que involucren tecnología, ya que no es suficiente que sea experto en el área de estudios, es necesario
que pueda liderizar el proceso de incorporación de la tecnología en su clase.
Así lo expresa la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2008), al crear proyecto para mejorar la calidad de
la educación a nivel mundial, incorporando las TIC en la formación de los
docentes y en el proceso de enseñanza y aprendizaje, lo cual facilita la
capacitación tecnológica de los estudiantes.
Pero el cambio más significativo que puede impulsar la incorporación de las TIC en el sector educativo
está relacionado con la creación de políticas institucionales que fomenten el
uso de las tecnologías digitales en la enseñanza. Así lo expresa Sigalés (2004), cuando las TIC
sirven de apoyo a las clases presenciales, se presentan cambios manejables
tanto por los docentes como para la institución y la inversión económica es
pequeña. Entre las ventajas que ofrecen las tecnologías a la educación
presencial se encuentran: un mayor protagonismo de los estudiantes, una mayor
cantidad y calidad de las interacciones entre profesores y estudiantes, un
mejor acceso a los contenidos, una comunicación entre facilitador y
participantes más allá del entorno educativo y una mayor personalización de la
formación.
Cuando la formación es de tipo
virtual, con actividades presenciales escasas o inexistentes, son necesarios
cambios profundos en la organización de la docencia y la inversión económica es
mayor. En estos casos un elementos clave es el diseño adecuado del entorno
virtual en el que se va a desarrollar el curso, un cambio drástico en el
enfoque de las actividades docentes y en la definición de los distintos roles
que puede desarrollar el profesorado, la capacitación del alumnado para
desenvolverse en los entornos virtuales y la creación de equipos
interdisciplinarios que lleven a cabo integradamente el conjunto de tareas que
conlleva el diseño y desarrollo de cursos virtuales de calidad.
Para concluir la incorporación de
las TIC y del paradigma sociocultural a los procesos de enseñanza y aprendizaje
coloca el sistema educativo a la vanguardia, produciendo profesionales acordes
a las necesidades de la sociedad actual, como lo propone la UNESCO es sus
diferentes informes. Dicho paradigma crea el soporte teórico y las comunidades
de práctica que sirven de escenario para la educación mediada por la tecnología, la cual es una
alternativa educativa que se ha hecho indispensable en nuestro mundo.
Daniels, H. (2003). Vygotsky y la Pedagogía. España,
Barcelona: Paidos.
Fernández,
J. (2009a). Las tecnologías de la información y la comunicación desde la
perspectiva de la psicología de la educación. Arévalo, J y Rodríguez, G.( Eds).
Educación y Tecnología. Distrito Federal, México: Secretaría de
Educación Pública / Dirección General de Materiales Educativos.
Heredia, Y & Romer, M. (2007). Un nuevo modelo educativo centrado en la
persona: compromisos y realidades. En A. Lozano Rodríguez, & J.V. Burgos
Aguilar. Tecnología Educativa en un Modelo de Educación a Distancia Centrado en
la Persona. (págs. 53-75). México: Limusa.
Lacasa,
P. (2002). Cultura y Desarrollo. En P. Herranz Ibarra, & P. Sierra García,
Cultura y Desarrollo (págs. 17-50). Madrid: UNED.
Sigalés,
C. (2004). Formación Universitaria y TIC: nuevos usos y nuevos roles. Revista
de Universidad y Sociedad del Conocimiento, 1(1). Recuperado de: http://www.uoc.edu/rusc/dt/esp/sigales0704.pdf
UNESCO
(2008). Estándares de Competencias en TIC para docentes. Recuperado de: http://www.oei.es/tic/UNESCOEstandaresDocentes.pdf